“Los hijos de padres separados tienen que ser educados para poder emanciparse antes que los otros. Esto pueden lograrlo siempre que tengan un padre y una madre que les den afecto, los guíen y les pongan límites, y que los actos y decisiones que les atañen sean motivo de diálogo, acuerdo y colaboración entre los padres.” Eduardo José Cárdenas
En Colombia, como en muchos otros países del mundo, los niños tienen una fecha especial en el calendario. Aunque la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó el 20 de noviembre como Día Universal del Niño desde 1959, en Colombia se celebra el último sábado de Abril de todos los años. Como quiera que estamos en un tiempo de confinamiento preventivo a causa del coronavirus, el mejor regalo será hacerle sentir que aunque no estén juntos, será amado por siempre pase lo que pase. Para aquellos progenitores que a pesar de no convivir con sus hijos les aman infinitamente, quiero compartir este articulo con el fin de ayudarles a establecer mejores relaciones entre si, los cuales redundan en mejor bienestar para sus hijos. Enfatizar en la importancia de reconocer que cada familia sea cual sea su constitución jamás será igual a otra y por lo tanto sus acuerdos serán únicos, razón por la que un acuerdo tiene más fuerza vinculante que la imposición de una sentencia judicial.
El éxito de un acuerdo entre progenitores separados radica en poner por encima de toda circunstancia particular el amor que se tiene por los hijos, pues una cosa es amar y otra es poder cuidar de los niños. Lo ideal es el amor con el cuidado especial de ambos padres sin importar que vivan separados.
Los hijos se reconocen amados por ambos padres cuando sus padres demuestran:
Respeto
La eficacia de los acuerdos respecto a los deberes y derechos sobre los hijos, esta soportado prioritariamente sobre el mutuo respeto entre los padres, así por ejemplo se debe tener presente que los dos están en igualdad de condiciones frente al ejercicio de los mismos derechos de sus hijos, por lo tanto mis derechos como progenitor van hasta donde comienzan los derechos del otro progenitor de mi hijo o hija. El respeto por el derecho a estar informado sobre los asuntos de salud, educación y bienestar entre otros. El derecho de participar activamente en todo el proceso de formación escolar, deportiva, artística, a compartir triunfos con alegría y derrotas en el proceso de formación de los hijos.
El Respeto mutuo por la dignidad de quien es el padre o madre, al guardar el mejor concepto para que el hijo reconozca con amor y afecto un ejemplo a seguir. Recordando siempre que el derecho al buen nombre se construye con autoridad y con ejemplo no solo de palabra.
No invadir el santuario de las Intenciones, equivale a decir que no debo presuponer, juzgar al otro basado en superfluas suposiciones para ganar credibilidad a mi favor o desprestigio del otro.
El respeto que se tiene por un hijo o hija, reconoce las disposiciones sobre sus derechos fundamentales y en especial sobre la salud, física, sicológica y moral, sobre la educación, sobre la elección de cultos deben ser razonadas conjuntamente.
Comunicación
Para mantener un acuerdo entre los padres separados se hace indispensable mantener activa comunicación sobre los asuntos relacionados con la vida de los hijos. La separación no quiere decir interrupción de la comunicación, pues aunque no se comuniquen como pareja si deben hacerlo como progenitores, lo cual requiere de sinceridad, constancia, buscando puntos de acuerdo, informándose mutuamente, consultando sus inquietudes y solucionando los aspectos de la vida diaria de los hijos. Comunicar cambios que alteren las circunstancias de vida de los hijos, comunicar situaciones académicas, comunicar comportamientos buenos y correctivos, comunicar gustos y disgustos, comunicar límites, comunicar estímulos, comunicar necesidades etc. En la falta de comunicación se gestan conflictos que dificultan la tanto la crianza de los hijos como la relación entre los padres. El estar comunicados les ahorrara grandes dificultades que se presentaran en la adolescencia.
Cooperación
El mejor aliado o aliada en la crianza de los hijos será siempre el padre o la madre cuando se le ha permitido desarrollar su papel de padre o de madre. Pues estarán prestos a dar su cooperación en el fortalecimiento de la relación paterna y materna filial, lo cual requiere comprensión y apoyo mutuo en la tarea diaria del cuidado y la crianza de los hijos. Cooperación en las dificultades que se presentan como padres, cooperación en el crecimiento y fortalecimiento para generar mayor seguridad frente a los hijos.
Responsabilidad
La responsabilidad de ser padre y madre existe desde que se tiene conocimiento de haber procreado un bebe. El deber de dar alimentos, de ejercer la custodia y cuidado personal, de representar a sus hijos, nacen como responsabilidades solidarias de ambos padres y que conforme a la patria potestad les asiste respecto a sus hijos hasta que cumplan la mayoría de edad. Por lo tanto son los padres los responsables de velar porque a los pequeños les sean respetados sus derechos
Es equivoco pensar que la responsabilidad de la crianza de los hijos puede estar en cabeza de los tíos o de los abuelos o de terceros, pues son únicamente los padres los llamados a ejercer el derecho de custodia y cuidado personal, solo a falta de los pares podrán terceros participar de este deber. Salvo que entre ambos padres decidan delegar el cuidado en un tercero como es el caso de nanas o personas contratadas para acompañamiento de los hijos.
Por último la responsabilidad que asumen ambos padres frente a los acuerdos a que llegan, pues es su deber cumplir y hacer cumplir las decisiones que conjuntamente se han tomado para beneficio de sus hijos.
Fuente: Eduardo José Cárdenas – El ABC de los padres separados Visitas y Custodia. Fundación Retoño - Argentina 1986.
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